Los evangelios del Nuevo Testamento son cuatro: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Narran la vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesucristo.
- Evangelio de Mateo: Es el primero en el Nuevo Testamento y se enfoca en la conexión de Jesús con las profecías del Antiguo Testamento. Presenta la genealogía de Jesús y su Sermón del Monte, donde se encuentran muchas de sus enseñanzas más reconocidas.
- Evangelio de Marcos: Considerado el más antiguo y breve de los cuatro evangelios, se centra en la naturaleza activa del ministerio de Jesús, su autoridad y su sufrimiento. Relata varios milagros y parábolas, mostrando a Jesús como el siervo sufriente.
- Evangelio de Lucas: Este evangelio ofrece un enfoque más detallado de la vida de Jesús, con una atención especial a su compasión por los marginados y su relación con las mujeres. También incluye algunas de las parábolas más conocidas, como el Buen Samaritano y el Hijo Pródigo.
- Evangelio de Juan: A diferencia de los otros tres, que son conocidos como sinópticos, Juan se centra en la divinidad de Cristo, presentándolo como el Verbo (Logos) y enfatiza su relación íntima con el Padre. Incluye muchos diálogos y discursos teológicos profundos.
Las lecturas de estos evangelios son fundamentales para la fe cristiana, ya que ofrecen enseñanzas sobre el amor, el perdón y la salvación. Durante la liturgia, los cristianos a menudo leen pasajes de estos evangelios, especialmente en días festivos y domingos, para recordar y reflexionar sobre la vida y enseñanzas de Jesús.
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